El último episodio de la sexta temporada fue un despatarre, con un primer cuarto de hora digno de El padrino que ponía patas arriba el panorama político de Poniente con una masacre en la que Cersei se vestía de Michael Corleone para ajustar cuentas al ritmo de una espectacular pieza de piano. Aquel capítulo es uno de los mejores de toda la serie. No paraban de ocurrir cosas, algo extraño si tenemos en cuenta que habitualmente la serie reserva su plato fuerte para el noveno episodio de cada temporada, dejando el último para explorar las consecuencias.
Sobra decir que spoilers a cholón. Y especulaciones mil.
Siendo esta una temporada anómala de únicamente siete episodios había dudas de cómo podría comenzar, si con pausa o con una nueva dosis de fuego varylio. Al final la respuesta es pausa. Rocadragón se limita a colocar las piezas en el tablero, siendo la escena de Cersei sobre el mapa de los siete reinos un resumen perfecto de lo que es el capítulo. No se puede decir que la trama avance mucho más allá de lo visto en el capítulo anterior, aunque ocurren dos eventos importantes que llevamos básicamente toda la serie esperando que ocurran.
La primera es que por fin Daenerys Targaryen ha llegado a Poniente. Era algo que llevábamos esperando que ocurriera desde que Khal Drogo le prometiera que cruzaría con sus caballos el Mar Angosto y tumbaría las casas de piedra de los grandes señores. Eso ocurrió en la primera temporada, desde entonces la trama de Daenerys parecía alejarla paulatinamente de los siete reinos. Le ha costado, joder, pero ahora está en Poniente con dragones y un ejército fantástico para patear culos Lannister.
La otra es que por fin llegan los Caminantes Blancos. Desde el prólogo del primer episodio llevábamos esperando que esta trama despegase y hemos tenido que esperar siete años, únicamente con apariciones puntuales, espectaculares pero puntuales. Ahora parece que el ataque será inmediato. Jon envía a los salvajes a reforzar la guarnición de Guardiaoriente del Mar, el castillo que Sandor Clegane ve siendo atacado en una visión cerca del final del episodio.
Juego de tronos 7×01: ¿la Guerra de las dos reinas?
Lo que queda claro es que la batalla por el Trono de Hierro al final resulta ser cosa de mujeres: Cersei contra Daenerys. Sí, Jon también es rey, pero su interés es únicamente proteger el norte y él y Daenerys parecen aliados naturales.
Primero tenemos una cuestión de familia: Jon es sobrino de Daenerys aunque ambos lo ignoran. Sin embargo, Bran sí que lo sabe y en este episodio vemos como vuelve al otro lado del muro (inciso, hablando de esta escena: es una pena que Ed el Penas tenga tan poco tiempo de pantalla en la serie, los comentarios del miembro más quejica de la Guardia de la Noche al verse como Lord Comandante deberían ser gloriosos).
Pero además, en este episodio se apunta una segunda razón: en la escena en la que Jon da órdenes a sus banderizos, pide que se se busquen todos los objetos posibles y que se investigue cómo fabricar vidriagón, un material capaz de matar a los Caminantes Blancos. Más adelante, Sam descubre entre los libros de Antigua que existe una gran mina de este material en Rocadragón. ¿Y qué es Rocadragón? La isla en la que se instala Daenerys justo al final del episodio. Qué conveniente razón para un encuentro ¿no? Además, Tyrion es la Mano de la Reina, y desde que estuvo de visita en el muro allá por la primera temporada tiene una perspectiva muy favorable de Jon y comparte sus inquietudes sobre los peligros de más allá del muro.
Cersei, no tan débil como parece
Cersei parece en una posición muy precaria, como le indica su hermano. Sin aliados y rodeada de enemigos. Sin embargo, también parecía que estaba en el fango hace dos episodios y ahora está sentada en el Trono de Hierro. Con cinco reinos en su contra, pero en el Trono de Hierro. Su alianza con Euron Greyjoy puede ser bastante más significativa que unos simples barcos, ya que en los libros el Rey de las Islas del Hierro está (spoilers, selecciona para leer) en posesión un cuerno de origen valyrio que, según dicen, es capaz de controlar dragones ¿será el regalo que promete cuando Cersei rechaza su propuesta de matrimonio?
Quizá el final de la Reina de las Zorras Televisivas no venga por la guerra, sino por la degradación de su relación con su hermano, cada vez más distante. Con Cersei dispuesta a lo que sea por retener el poder, Jaime podría decidir poner fin a alguna locura, como hizo cuando el Rey Loco quiso hacer arder la ciudad. Ya tiene el título de Matarreyes, qué más le da añadir el de Matarreinas.
Sansa, no la líes ahora que estás a salvo
Sansa Stark ha sido el pim, pam, pum de GRR Martin y los guionistas de la serie desde el segundo libro o la segunda temporada de la serie. Ha sido maltratada física y psíquicamente por Joffrey, usada por Meñique para manipular a su tía y para negociar con los Bolton, violada por Ramsay.
Básicamente ha sido el juguete de los dos principales psicópatas de la serie y ahora que está, por fin, en un lugar más o menos seguro (lo más seguro que puedes estar en Juego de tronos), parece dispuesta a liarla gratuitamente escuchando más de la cuenta a Meñique y llevando la contraria a su hermano. Esto puede acabar con una división entre los Stark o con Sansa agarrando un puñal y cosiendo a puñaladas a Meñique en lo que sin duda sería uno de los momentos más gratificantes de la serie.
Por último, y a modo de crítica, la serie es cada vez menos constante en el manejo de los tiempos de los viajes. Nunca ha sido muy explícita en cuánto se tarda en viajar, pero sí es cierto que en las primeras temporadas parecía que los viajes eran más lentos, y en las últimas temporadas los personajes saltan de un punto al otro del mapa como si fueran en avión. El caso de Jorah Mormont -Lord Friendzone para los amigos- que medio muerto ha cruzado en un puñado de episodios dos continentes y un mar para llegar desde Mereen a Antigua canta especialmente.
¿Comenzamos?
Este episodio de Juego de tronos puede no haber sido el más espectacular, pero sin duda marca un punto de inflexión en la serie. Todas las tramas que a lo largo de estas siete temporadas parecían alejadas unas de otras, casi independientes -la guerra por el Trono de Hierro, los Caminantes Blancos y el regreso de Daenerys a Poniente- por fin han convergido. No es casualidad la palabra con la que Daenerys pone punto final al capítulo: ¿comenzamos?
Ya solo quedan 13 episodios para el final de Juego de tronos¿de qué hablaremos cuando acabe?…